Matar al mensajero

Es rasgo propio de los gobiernos tiránicos apropiarse del escándalo que despierta la revelación de sus propias fechorías y arrojar acusaciones contra quien las denuncia en lugar de, como sería sensato, quienes las cometieron. Por ejemplo, la reciente salida de Michael Flynn como asesor de seguridad de Trump no ocurrió porque hubiera dado información a los rusos (como en efecto hizo), ni porque le hubiera mentido al vicepresidente Pence (como también hizo y con pleno conocimiento de Trump), sino porque se dejó pillar. Para un tirano el escándalo no es que ocurran cosas indignantes, sino que se sepan.

Lo mismo acaba de pasar aquí al lado. Luego de que CNN en Español denunciara irregularidades en el proceso de expedición de pasaportes venezolanos en Medio Oriente, la canciller Delcy Rodríguez acusó al canal de noticias de estar "al servicio de las agencias políticas y militares de los Estados Unidos" para ejecutar una "operación mediática imperial". Acto seguido, el dictador Maduro ordenó que CNN en Español dejara de transmitir su señal en Venezuela. (Los artículos 57 y 58 de la constitución chavista garantizan la libertad de información, pero del régimen no cabe esperar coherencia.)

¿Y el chiste en todo esto? Que CNN está siendo acusada de trabajar para los objetivos imperialistas de un gobierno que no solo es aislacionista hasta la médula, sino que detesta a CNN porque también saca a la luz sus cochinadas.

Denle un respiro a la pobre CNN, que en esto no tiene culpa de nada.